Las excavaciones en Segobriga han puesto de manifiesto la ocupación prolongada del lugar en época islámica y el mantenimiento de la misma en siglos posteriores, es decir, con una continuidad poblacional desigual que alcanza el final de la Edad Media.
A partir del siglo XIII los habitantes de Segóbriga se trasladan a un nuevo núcleo de población, San Felices -Saelices-.
En 1228 había Concejo en Segobriga, llamada Cabeza del Griego, según se asegura en un documento de donación a la Orden de Santiago de dos hazas de tierra situadas junto al Molino de Medina y al Molino de la Vega.
El nombre de Cabeza del Griego que tiene el cerro en que se asienta Segobriga es uno de los topónimos más antiguos de esta zona de la provincia de Cuenca. Aparece por primera vez en el Tumbo de Castilla de la Orden de Santiago, donde una escritura pública de octubre de 1228 habla ya de "María Pérez, mujer que fue de Don Martín, de la Cabeza del Griego", que entregó a la Orden de Santiago el Molino de Medina y sus tierras adyacentes, figurando como testigo de la donación "todo el concejo de Cabeza del Griego". Es decir, es esa fecha pasó a ser propiedad de los caballeros de Santiago no sólo el Cerro de Cabeza del Griego sino también todos los alrededores, formándose así la gran encomienda de Villalba que la Orden tenía cerca de su casa central de Uclés, donde se asentó en 1177.
Está cabeza de Griego sobre una gran curva que hace el río Cigüela a los pies del cerro de Cabeza Griego. En la curva anterior podemos ver las ruinas de los Molinos de Medina.
El territorio que rodeaba las ciudades romanas estaba ocupado por villae.
Como es el caso de La Rinconada y Los Blancares
ENCOMIENDAS EN LA ZONA DEL TAJO
Encomienda de Oreja
Encomienda de Ocaña
Encomiendas de Villarubia y Biedma
Encomienda de Estremera
Encomienda de Fuentidueña
Salinas de Belinchón
Encomienda de Salvanes
Encomienda de Santa Cruz de la Zarza
Encomienda de Dos Barrios
Encomienda de Monreal
Encomienda de Mora
Encomienda de Corral de Almaguer
Encomienda del Campo de Criptana
La existencia de un pequeño caserío en Cabeza del Griego se recoge en las
Relaciones de Felipe II de 1580.
A partir del siglo XVI, la antigua ciudad romana está abandonado y sólo hay referencias escritas sobre la existencia de una ermita.
En la visita realizada el 25 de Agosto de 1500 por los Visitadores de la orden de Santiago dan noticia de «una ermita de cal y canto antiquísima» localizada en
Sobre el cerro hubo en la Edad Media una población nacida de la repoblación de estas tierras a partir de 1177 tras la ocupación árabe, con suficiente entidad como para tener su propio concejo u organismo de administración. Tuvo una pequeña iglesia, probablemente de estilo románico, cuyo emplazamiento no fue el de la actual ermita, sino una de las salas de las antiguas termas romanas, cuyo ábside semicircular servía bien para convertirlo en capilla con pocas modificaciones.
Alrededor de esta
iglesia se distribuyeron las tumbas de los habitantes de Cabeza del Griego,
cuyo reducido número indica que el número de pobladores no era elevado. Estos
enterramientos ocuparon el resto de las salas de las termas en que se
encontraba la ermita, ya arruinadas en esa época y de las que sólo subsistían
algunas de sus paredes, así como los espacios contiguos. La instalación de la
iglesia sobre una habitación de las termas hizo que las paredes de esta sala
resistieran mejor el paso del tiempo y que su ábside haya llegado hasta
nosotros en aceptable estado.
En las faldas del
monte los nuevos habitantes de este pequeño pueblo construyeron viviendas y
alquerías, de forma que en pocas décadas el solar de la antigua ciudad romana
se vio ocupado de nuevo por agricultores que cultivaban las tierras
circundantes y que encerraban en improvisados apriscos sus ganados. Sin
saberlo, aquellas gentes habían dado de nuevo vida a una ciudad anterior que
había sido un modelo urbano para toda la región en época romana.
Cabeza del Griego,
como pueblo, debió subsistir sólo un par de siglos. El 25 de agosto del año
1500, los visitadores de la Orden de Santiago llegados al lugar indicaron que
aquí sólo quedaba un despoblado llamado "Cabeza Griega" y que lo
único que subsistía en pie era la antigua iglesia medieval, "de cal y
canto, antiquísima", impresión que repiten en varias visitas
posteriores y especialmente en la de 1515, cuando certifican que ya no queda
ninguna construcción en pie excepto la vieja ermita medieval .