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miércoles, 8 de abril de 2020

El infante don Juan Manuel caza en las tierras de Huete. Cuenca





El Libro de la caza del infante don Juan Manuel es la primera obra de cetrería castellana de autor conocido. Se trata del primer libro dedicado a la práctica de la caza, la elección y entrenamiento de las aves de caza escrito en castellano.
El quinto asunto del Libro de la caza es el geográfico. Es, asimismo,
el más novedoso de toda la obra,
pero sólo se han conservado tres de los quince
obispados prometidos (Cartagena, Cuenca y Sigüenza).
Es una curiosa descripción, salpicada de anécdotas,
de las mejores riberas para practicar la cetrería,
y señala las diversas raleas existentes,
lo cual permite dibujar, con cierto detalle,
la distribución de las especies cinegéticas en el primer cuarto del siglo XIV.
Don Juan Manuel (Escalona, 5-5-1282, Córdoba, 13-6-1348), también llamado "el príncipe escritor" por estudiosos de la historia y de la literatura, era de noble cuna, puesto que era nieto de Fernando III y sobrino de Alfonso X "el Sabio"
La cetrería, o caza con halcones, fue introducida en España por los romanos, pasando a ser durante la Edad Media y Moderna un deporte de reyes y nobles. El Libro de Caza, está considerado como la primera obra en castellano sobre cetrería y destaca por su belleza y calidad literaria. Además, no sólo nos muestra las técnicas utilizadas para adiestar el halcón, o las distintas formas de caza, sino que también nos da numerosos datos sobre la vida cotidiana durante la Baja Edad Media.



En 1383, en la batalla de Aljubarrota contra los portugueses, el canciller  Pedro López de Ayala es hecho prisionero durante varios meses hasta que se paga el rescate. En este tiempo escribió el Libro de la Caza y muchas estrofas de su obra poética Rimado de Palacio.


Entre 1385 y 1386, durante los quince meses que estuvo preso en el castillo
de Óbidos, tras la batalla de Aljubarrota (14 de agosto de 1385), el
canciller Pero López de Ayala (1332-1407) compuso el más famoso y difundido
libro español de cetrería de todos los tiempos. Lo escribió porque
«en esta arte e çiençia dela caça delas aves oy e vi muchas dubdas [...] e
por esto acorde de trabajar por non estar oçioso de poner en este pequeño
libro todo aquello que mas çierto falle».

Al final hay tres capítulos que suponen una auténtica novedad y que se
harán tópicos en la producción cetrera posterior. Uno lo dedica a lo que llama
«el passo de las aves» (cap. XLV), es decir, a los movimientos migratorios y a
qué se deben, con lo que quizá nos encontremos ante el primer 
estudio ornitológico en español



al leer Libro de la Aves de Caza, parece que tenemos en la mano un tratado especial de historia natural, y no una obra de cetrería; porque las aves de caza son aquellos subgéneros de la familia de las aves diurnas, del orden de las de rapiña, que se usan para la cetrería, cuando el objeto del libro no son dichas aves, sino que éstas son el medio para practicar la caza.


tratará de la CAZA DE LAS AVES Y DE SUS PLUMAJES, DOLENCIAS Y CURACIÓN.

...determiné reunir en este libro todo aquello que vi a grandes señores y muy cazadores que más cierto habían hallado, y púselo, sometiendo a la enmienda de los que más entendieron lo que yo oí a grandes señores y cazadores en muchas partes. Y también lo que dijeron algunos de ellos que no vi yo.
Primeramente en
Francia: al Duque de Borgoña y al Conde de Flandes y de Artois y al Conde de Tancarville, y en
Aragón: al Vizconde de Illa, y a don Pedro Jordán de Urríes, mayordomo mayor del Rey de Aragón; y a Don Pedro Fernández de Híjar, rico-hombre. Y en
Castilla: lo que dijo Don Juan, hijo del Infante Don Manuel, Señor de Villena.
Luego, primeramente diré de los plumajes de los halcones y cuántas clases de plumajes hay en ellos; también dónde crían y nacen, y qué aspecto y plumas deben tener; y después diré cómo se deben curar cuando adolecen o son heridos de grullas, o de garzas o en cualquiera otra manera.
Me extenderé más en la práctica del halcón neblí y en su gobierno, porque, verdaderamente, ésta es la más noble y mejor de todas las aves de caza, y quien buen cuidado tuviese con el neblí, en todas las otras aves podrá tener buen cuidado.

El rio mayor de huepte nasce en el puerto del villar del maestro 
e entra en guadicia sobre la milana en este Rio apartida de anades 
Pero non son muy buen lugar para las cavar con falcones. 
Pero cava las y don iohan con trabajo Et ay garvas al 
paso e pocas de morada e vn par o dos de gruas por 
Ventura. 

El arroyo de valde jaualera nasce sobre mazaranleque-mazarulleque- 
e entra en guadiella en la foz de yuso de jaualera en este 
aroyo a partida de anades e Mia garva o dos de morada 
Et avezes cabo las cueuas fallan y gruas. 

El arroyo de tomellosa nasce y e entra en el Rio mayor de yuso de 
ferrant eneste aroyo fasta el arroyo de valdequemado ha pocas 
anades mas en valquemado al tienpo del paso ay garcas 
e un par odos de gruas de morada. Guarda mexu nasve 
en villar de domingo garcia e entra 
en el Rio mayor de yuso de caraceniella 
en este arroyo ay partida de anades 
se pueden se cacpar con falcones mas es de muy malos 
pasos. Cerca de buen dia a una laguna e avezes ay anades 
e garza por ventura al paso. 

Cerca del castiello en el paramo 
ay tres o quatro lagunas en que ay muchas anades e galla- 
rones e garzas al tienpo del paso. 

Et  dize don iohan que el non sabe mas Riberas en el obispado de 
cuenca sinon si se le oluido alguna. Pero si fue tiene que 
non es de las mejores. 

Otrosi dize que en todo el obispado  de cuenca ha mucha caza 
e muy buena de perdizes e de 
liebres e de que comienza el paso fasta san miguel ay 
muchos alcaranes e muchos sisones.



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