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jueves, 28 de febrero de 2013

Caracena y Las Meninas.


Entre los bienes dejados en herencia por Luis Francisco de Benavides Carrillo de Toledo, II marqués de Caracena y  II conde de Pinto, en sucesión de su abuelo materno, y V marqués de Frómista en sucesión de su padre se encontrara una imponente biblioteca y una colección de pinturas bastante numerosa. 

La sobrina nieta del II marqués es una de Las Meninas de Velázquez, es Isabel de Velasco.

Isabel Ana de Velasco y de la Cueva. Hija de Antonio de Ayala y Velasco, X conde de Fuensalida y María de los Remedios Teresa Placida de la Cueva y Enriquez. Muere antes de casar con Jaime Eugenio de Silva y Sfrondato, de los duques de Montemarciano en Italia.

En la segunda mitad del siglo XVI, Nicolás Sfrondato primero Obispo de Cremona, ydespués Cardenal, Sumo Pontifice llamado  Gregorio XIV.

Los Carrillo de Toledo. Marqueses de Caracena y condes de Pinto.

Ana Carrillo de Toledo, hija y heredera del I marqués de Caracena, casa con Luis de Benavides y Cortés, IV marqués de Frómista.

Alonso Carrillo de Acuña recibió de los Reyes Católicos el señorío de Caracena y llegó a ser señor de Pinto por su matrimonio con Leonor de Toledo. Casamiento que amplia su patrimonio y el acceso a la oligarquía local toledana.

Alonso Carrillo de Acuña recibe la villa de Caracena y del lugar de Inés. Era el hijo primogénito de Gómez Carrillo de Acuña y de María de Castilla, nieta de Pedro I el Cruel.

Por este matrimonio en 1434 la reina había hecho merced a María, en pago a sus servicios como camarera mayor, de la villa de Mandayona, además de una veintena de lugares poblados y otros tantos despoblados, con todos sus vasallos, pechos, derechos y caloñas y con la facultad de nombrar en dichos lugares a los alcaldes, justicias, escribanos y otros oficiales

Alonso Carrillo de Acuña en 1469 inicia los trámites para cambiar don Pedro González de Mendoza, el gran cardenal Mendoza,  los derechos sobre la Alcaldía Mayor de Toledo y la villa y jurisdicción de Maqueda y su fortaleza a cambio de gran parte de los bienes que por poseía por herencia materna y por herencia  de su tío Alfonso Carrillo de Acuña, arzobispo de Toledo.

GÓMEZ CARRILLO. Señor de Jadraque, Camarero Mayor del Rey. Casó el 8-VIII-1434 con:
MARÍA DE CASTILLA, Señora de Mandayona y Miedes; hija del Infante Diego de Castilla y de Isabel de Salazar; nieta del Rey Pedro Iº Castilla y de Isabel de Sandoval. Padres de:
1.- Leonor Carrillo de Albornoz, casó con Álvaro de Mendoza, hijo del II Duque del Infantado.
2.- Alonso Carrillo de Albornoz

En 1456, Alonso Carrillo de Acuña casa con Leonor de Toledo, hija y heredera de los señores de Pinto, don Pedro Suárez de Toledo y doña Juana de Guzmán, y una de las familias más antiguas y poderosas de Toledo. Gracias a este matrimonio, además de la disposición de los tres millones aportados como dote por doña Leonor frente al millón ofrecido por Alonso Carrillo de Acuña en concepto de arras. Pedro Suárez de Toledo era regidor en esta ciudad y el hermano de éste, García Álvarez de Toledo, alguacil mayor de la misma.

Alonso Carrillo de Acuña liquida su patrimonio en tierras de Guadalajara a cambio de la obtención de los derechos sobre una de las “seis dignidades” del Ayuntamiento de Toledo y convertirse en señor de una villa mucho más cercana al centro toledano, Maqueda,  lugar en el que además quedará fijada la casa principal de los señores de Caracena. Hacia 1473 Alonso Carrillo de Acuña es regidor de Toledo. Su hijo, Gómez Carrillo de Toledo, y su nieto, Alonso Carrillo de Toledo ocuparon su mismo regimiento, el primero entre 1526-1528 y el segundo desde 1528 hasta 1530

Alonso Carrillo de Acuña iba a recibir de los Reyes Católicos la villa de Caracena y el lugar de Inés a cambio de los 16 millones de maravedís que le había reportado la venta de la villa de Maqueda y los derechos sobre la Alcaldía Mayor de Toledo a don Gutierre de Cárdenas, comendador mayor de León, contador mayor de los Reyes Católicos y de su Consejo Real; cantidad que éstos se habían visto obligados a “tomar y recibir” dada la precaria situación de la Hacienda Regia y el desarrollo de la guerra que entonces se estaba librando en tierras de Granada

Es Alonso Carrillo de Acuña guarda mayor de los Reyes Católicos, señor de la villa de Caracena y del lugar de Inés con sus tercias, además de las de los lugares de Madruédano, Adante y Santa María del Val. Alonso Carrillo de Acuña solo se convirtió en señor de unos 377 vasallos en una tierra de pobres recursos económicos. Desde un principio comete todo tipo de abusos y atropellos fiscales sobre sus vasallos que vieron parcialmente su fin en 1499 cuando, previa elevación de memorial por los agraviados y designación por los Reyes Católicos de un  juez comisario, la Chancillería de Valladolid dictó sentencia y ambas partes aceptaron sus disposiciones

Previa concesión de licencia despachada en 1479 Leonor dejaba estipulado en su testamento que el goce del principal de su hacienda había de recaer en Gómez Carrillo de Toledo sin que “su padre, ni otro alguno, non haya ni lleve los frutos e rentas del dicho maiorazgo ni otra cossa alguna”, procediéndose entonces a fundar mayorazgo a su favor. Por éste se vinculaban la villa y fortaleza de Pinto con su tierra, las penas de cámara, las de Alvenda, la martiniega, una huerta y un jardín, varias casas en Pinto, eras, viñas, suertes de tierras, y demás pertenencias, además de las dehesas de Gozquez y Santistéban. Esto llevó a Alonso Carrillo de Acuña a protagonizar conflictos continuos con su hijo.

Leonor Carrillo de Acuña, hermana de Alonso Carrillo de Acuña, casa con Alvar Pérez de Guzmán, VIII señor de Orgaz.
En primeras nupcias Gómez Carrillo de Toledo, hijo de Alonso y Leonor, casa con Aldonza Manrique, hija de Gabriel Manrique, I conde de Osorno, y de Aldonza de Vivero. Sin sucesión. 
Casó en segundas nupcias  con MARÍA MANRIQUE DE AYALA, bisnieta del I Duque de Arévalo y Béjar. Sin sucesión.
En terceras nupcias casa con BEATRIZ SARMIENTO, hija de Diego Pérez Sarmiento, II conde de Salinas, Repostero Mayor del Rey, y de María de Villandrando. Padres de:
1.- Alonso Carrillo de Toledo,
2.- Juana de Castilla, fue II señora de los Tejares por su matrimonio, fundó en Toledo el convento de las Dominicas Recoletas.

La hermana de Gómez Carrillo de Toledo, Teresa Carrillo de Castilla, contrajo matrimonio con Álvaro de Mendoza, hijo del II duque del Infantado. La sobrina de Teresa, Leonor, casa también con Álvaro de Mendoza. Con sucesión, marqueses de Valle Siciliana. Es Leonor hija de  Alonso Carrillo de Albornoz y Leonor de Toledo.

Gómez Carrillo de Toledo contrajo segundas nupcias con Beatriz Sarmiento, hija de los condes de Salinas. Había sido, precisamente, el abuelo de Beatriz quien, durante varios años, se había ocupado del desempeño de las funciones propias de la Alcaldía Mayor de Toledo

Otra de estas dignidades, la del Alguacilazgo Mayor de Toledo, estaba en manos de los condes de Fuensalida. Fue precisamente con María de Ayala, hija de Fradique de Zúñiga y de María de Ayala, hermana del III conde de Fuensalida y abuela del futuro IV conde –uno de los personajes más influyentes de la Corte de Felipe II– con quien Gómez Carrillo de Toledo casa.

Alonso Carrillo de Toledo casa primero con CATALINA DE ZÚÑIGA, hija de Pedro de Zúñiga, II conde de Miranda del Castañar, y de Catalina de Velasco, prima en segundo y tercer grado de la segunda mujer de su padre.  En segundas nupcias Alonso Carrillo de Toledo casa con Sancha Pacheco, hija de los I señores de La Puebla de Montalbán. Abuelos de LUIS CARRILLO DE TOLEDO, I marqués de Caracena, I conde de Pinto 2-VII-1624. De su tercera boda  con ANA MARÍA DE ACUÑA, IV marquesa de Vallecerrato, es padre de  Ana Carrillo de Toledo, II marquesa de Caracena, II condesa de Pinto. Casó con Luis de Benavides, IV Marqués de Frómista. Con   Sucesión.

¿Es Alonso hijo de Beatriz Sarmiento o de María Manrique de Ayala?

¿Beatriz Sarmiento segunda o tercera esposa?

Gómez Carrillo de Toledo, señor de Pinto
Matrimonio I:
Aldonza Manrique

Matrimonio II:
Beatriz Sarmiento

Matrimonio III:
María Manrique de Ayala  

LUIS CARRILLO DE TOLEDO, VIII Señor de Pinto y Caracena. Casó en la Puebla de Montalbán con LEONOR CHACÓN, hija de Alonso Téllez Girón, III Señor de la Puebla de Montalbán, y de Juana de Cárdenas. Padres de LUIS CARRILLO DE TOLEDO, I marqués de Caracena, I conde de Pinto 2-VII-1624.

La boda  de Gómez Carrillo de Toledo con María de Ayala, hija de un primo segundo del III conde de Miranda del Castañar casado con la IV condesa de Fuesalida, apuntó ya a la necesidad incipiente de tomar y adoptar posiciones en un ámbito superior de poder como era la Corte. Entre los albaceas, testamentarios y “executadores”  del testamento de Gómez Carrillo de Toledo figuraba su tío Pedro López de Ayala, III conde de Fuensalida, para el que Gómez Carrillo reservaba el papel de tutor y curador de sus hijos en caso de fallecimiento de doña María. La posición del de Caracena iba a consolidarse mediante el matrimonio contraído en primeras nupcias por su hijo Alonso Carrillo de Toledo con Catalina de Zúñiga, hija del II conde de Miranda del Castañar y, por tanto, hermana del por entonces III conde, Francisco de Zúñiga y Avellaneda, otro personaje que se encontraba claramente dentro de la órbita de Felipe II. Aunque sin sucesión. La unión con los duques de Maqueda.

Gutierre de Cárdenas es el maestresala de Isabel la Católica. Su primogénito, Diego de Cárdenas y Enríquez, futuro I duque de Maqueda, casaba con Mencía Pacheco, hija del I marqués de Villena, su hermana María Enríquez hacía lo propio con el III conde de Miranda del Castañar. Alonso de Cárdenas  y Pacheco, uno de los hijos de Diego de Cárdenas, volvía a contraer matrimonio con una Pacheco, en este caso hija de los II señores de La Puebla de Montalbán, sobrina de don Alonso Carrillo, prima de Luis Carrillo de Toledo y Acuña y a su vez tía de la mujer de éste, Leonor Chacón. Otro de los hijos de don Diego, Gutierre de Cárdenas, se convertiría en el progenitor del señor de Colmenar de Oreja, con cuyo heredero terminaría casando la nieta del I marqués de Caracena. Para terminar, Magdalena de Cárdenas, hermana del anterior, casó con don Pedro López de Ayala, IV conde de Fuensalida

LUIS CARRILLO DE TOLEDO III Marqués de Caracena, I Conde de Pinto. Padre de Ana Carrillo de Toledo, II Marquesa de Caracena, II Condesa de Pinto. Casó con Luis de Benavides, IV Marqués de Frómista.

Aunque en la mayoría de las ocasiones lo encontramos nombrado como III marqués de Caracena y III conde de Pinto, títulos que, en principio, debería haber heredado por vía materna, la mención que don Luis Carrillo de Toledo, I marqués de Caracena y I conde de Pinto, hace en su testamento de su nieto como “inmediato sucesor” y la manda de fundación de una capellanía para que se digan tres misas semanales por su “difunta” hija doña Ana, evidencian que el título pasó directamente de la cabeza del abuelo a la del nieto, lo que convertía a don Luis de Benavides Carrillo de Toledo en II marqués de Caracena y II conde de Pinto.

El I marqués de Caracena y I conde de pinto casa en 1579 con Isabel de Velasco y Mendoza, hija de uno de los principales colaboradores del príncipe de Éboli, Francisco Hurtado de Mendoza y Fajardo, IV conde de Monteagudo y X señor de Almazán y su primer marqués, y de María de Cárdenas y Velasco, hija del  II duque de Maqueda casado con una hija del II duque de Frías y de su mujer la señora de Berlanga, todos territorios sorianos inmediatos a Caracena. Con ella tiene tres hijas, Ana Carrillo de Toledo, II marquesa de Caracena del Valle, premuere a su padre, casa con Luis Francisco de Benavides, IV marqués de Frómista, virrey de Valencia.
Mariana de Mendoza
Luisa Fajardo

Es hermano del I Caracena, Alonso Carrillo de Toledo, arzobispo de Toledo.

Tiene el I marques de Caracena y I conde de Pinto la posesión de las alcabalas de Ajofrín y de Pinto, como de las tercias de este último lugar, pues las había adquirido, junto a un juro sobre las alcabalas de Toledo de 52.233 maravedís de renta, a cambio de la cesión de las dehesas de Gozquez y Santistéban a Felipe II. También, para entonces, el de Caracena había adquirido otros tres juros que rentaban, en total, 424.047 maravedís y que, al contrario de lo anterior, no vinculó a ninguno de sus mayorazgos. Aumento de bienes vinculados y de libre disposición, por tanto, que no debió pasar desapercibido al titular del marquesado de Almazán, de cuyo mayorazgo, no podía esperarse una renta superior a 15.000 ducados
Estas alcabalas y tercias, que junto a la dehesa de Majazul rentaban un total de 2.250.000 maravedís, no estaban exentas de cargas, pues el señor de Caracena debía hacer frente al pago de los juros situados en ellas.

Debía ocuparse del enlace de su hija primogénita debido a la muerte de todos sus hijos varones, y en principio sucesora en su Casa y mayorazgo. El 23 de octubre de 1606 se firmaban en Madrid las capitulaciones  matrimoniales correspondientes del casamiento entre  Ana Carrillo de Toledo con Luis de Benavides y Cortés, IV marqués de Frómista e hijo de don Luis de Benavides y Zúñiga, II marqués de Frómista, y de doña de Ángela Cortés y Arellano, hija de los II marqueses del Valle de Oaxaca. Había sucedido en la Casa al II marqués de Frómista el hermano de Luis, Jerónimo de Benavides y Cortés, pero, tras un accidente doméstico, falleció en 1601. Aquellas circunstancias obligaron a que el tío del  joven marqués, Juan de Zúñiga Avellaneda y Bazán, VI conde de Miranda del Castañar y futuro I duque de Peñaranda del Duero, actuara como su curador.  La dote aportada al matrimonio por Ana Carrillo de Toledo sería de 30.000 ducados –10.000 en joyas y vestidos de su hacienda y los otros 20.000, vía censo cargado sobre el mayorazgo de Caracena–, mientras que fueron 6.000 los ducados ofrecidos en concepto de arras. Al capitularse que las Casas y mayorazgos de Frómista y Caracena habrían de juntarse en el momento en que doña Ana heredara el legado de su padre, para que sus poseedores tuvieran “con qué mejor y más honradamente poder vivir y acudir al serviçio de Dios y de sus Reyes y del bien público y amparo de sus deudos”, era necesario proceder a la creación de un nuevo escudo de armas. De mutuo acuerdo, se decidió encomendar la nueva tarea nada menos que a don Bernardo de Sandoval y Rojas, cardenal arzobispo de Toledo y tío del duque de Lerma, y a don Francisco de Mendoza, II marqués de Almazán.

Desde noviembre de 1606, el I marqués de Caracena y I conde de Pinto permaneció al frente del reino de Valencia y de su capitanía general hasta octubre de 1615, por lo que fue a él a quien tocó “resolver” el problema morisco y acometer su expulsión. No deja de resultar llamativo el envío de un recién creado marqués y no de alguien con mayor abolengo y, por tanto, con más posibilidades de éxito a la hora de intentar imponer su autoridad sobre miembros de Casas como las del duque de Segorbe, Gandía, Maqueda, Infantado y Lerma, o las de los marqueses de Guadalest y conde de Concentaina si era más que presumible que todos ellos, señores de moriscos, no iban a ver con buenos ojos la adopción de aquella medida. Por tanto, este nombramiento, e incluso su larga duración, no evidencian sino la confianza que de su persona se tenía en las esferas superiores de la Corte

Estimado el valor de las rentas del  mayorazgo del virrey de Valencia en 1.036.257 maravedís, de poco debieron servir estas rentas para el pago de unas deudas que habían crecido, y aún crecerían, a un ritmo galopante. Al pago de la dote de su hija y a los desembolsos derivados de una serie de pleitos mantenidos en defensa del mayorazgo de Pinto vinieron a sumarse los gastos derivados de su jornada a Valencia, la necesidad de componer su casa en el nuevo destino y, poco después, los elevados costes que para su hacienda supuso el desempeño de aquel virreinato. Todas estas circunstancias se tradujeron en reiteradas peticiones para imponer nuevos censos sobre sus mayorazgos o acrecentar los antiguos

Dos años después de la llegada de Luis a su nuevo destino nacía en Valencia, fruto del enlace de su hija con el marqués de Frómista, Luis Francisco de Benavides Carrillo de Toledo. Padres también de Isabel de Velasco y Benavides, futura condesa de Colmenar y de Fuensalida. Allí permanecerían junto al gobernador hasta que en 1615 a don Luis Carrillo de Toledo le fue encomendada la presidencia del Consejo de Órdenes en sustitución de Juan de Idiáquez. Se mantuvo en aquel puesto durante 13 años, convirtiéndose así en la segunda persona, por detrás del propio Juan de Idíaquez, que lo ejerció durante más tiempo.

Según se desprende del testamento de Luis Carrillo, fue él quien además se ocupó de sus nietos, lo que contribuyó a gravar su hacienda con “deudas sueltas”. A ellos, igualmente, se les procuró un oficio palatino, de tal manera que don Luis de Benavides Carrillo de Toledo fue nombrado gentilhombre de la cámara de Felipe IV y su hermana, doña Isabel de Velasco, dama de la reina. Gracias al desempeño de este oficio palatino, doña Isabel de Velasco recibió por real cédula de 8 de agosto de 1634 la merced de 2.000 ducados de plata.

Luis había quedado viudo de doña Isabel de Velasco y aún no contaba con heredero varón. En 1617, a la edad de 53 años, casa con Juana de Noroña, dama de la reina Margarita y después de Isabel de Borbón e hija de don Alfonso de Noronha, conde de Linhares y ejemplo de aristócrata portugués al servicio de la Corona. Pocos años después, nuevamente viudo y sin descendencia masculina, convertido ya en gentilhombre de la Cámara de Felipe IV y recién nombrado consejero de Estado, contraía nupcias con Ana María de Acuña y Guzmán, hija de los I marqueses de Valle Cerrato. Las mercedes que en este caso se recibieron de manos de Felipe IV por ser doña Ana dama de la reina Isabel de Borbón fueron especialmente generosas. Además de un título de príncipe en Italia, estimado en 10.000 ducados, se concedió un título de conde aplicable a la villa de Pinto para el hijo primogénito que hubiera de este matrimonio y la mejora para el marqués de una encomienda de 3.000 ducados de renta y a la marquesa otros tantos por el mismo concepto. La dote quedó fijada en 20.000 ducados impuestos a censo sobre los estados del marqués de Valle Cerrato y otros 10.000 en “obras, vastimentos, joyas, plata y menaje”, mientras que el marqués aportaba en concepto de arras 7.000 ducados. No habían transcurrido dos años desde este último matrimonio cuando Luis Carrillo de Toledo fallecía en Madrid el 2 de febrero de 1626

Su nieto,  también de nombre Luis de Benavides Carrillo de Toledo, II marqués de Caracena, casa por poderes en 1650 con Catalina Ponce de León, hija de los IV duques de Arcos.  la futura marquesa de Caracena ofreció como dote 50.000 ducados, mientras que don Luis lo hizo de 10.000 en conceptos de arras. La escritura de capitulación se otorgó en Madrid el 1 de marzo de 1650.

Fue muy favorecido por el conde duque de  Olivares. El II marqués de Caracena emprendía, con su traslado a Lombardía bajo el mando de Ambrosio Spínola, lo que iba a convertirse en una dilatada y meritoria carrera militar tanto en Milán como en Flandes. Felipe IV pone bajo su mando el ejército que había de protagonizar la última gran ofensiva de su reinado en el empeño por recuperar el rebelde reino de Portugal. Así, a principios de 1665 fue nombrado capitán general de la artillería de España, competencias que ejercería también, desde mayo de aquel mismo año, sobre las armadas y flota de la carrera de Indias ya como capitán general del ejército de Extremadura


Fue nombrado Caballero Trece de la orden de Santiago. Felipe IV le vendió las alcabalas y tercias de Caracena y sus lugares, además de las alcabalas de Inés, por un total de 44.000 ducados a razón de 30.000 maravedís el millar.
El II marqués de Caracena moría el 6 de enero de 1668 sin hijos varones y sin poder ver casada a alguna de las cuatro hijas que le sobrevivieron. Sin embargo, poco más de cuatro años después Gaspar Téllez Girón, V duque de Osuna, desposaba a su primogénita y heredera, Ana Antonia de Benavides Ponce de León. Su hermana, Mariana de Benavides, contrajo nupcias con Luis de Moscoso Osorio, VI marqués de Almazán y VIII conde de Altamira; doña Victoria, la tercera de las hijas del marqués, con d Cristóbal Portocarrero de Guzmán, IV conde de Montijo; y, finalmente, Ángela casó con don José Fernández de Velasco y Tovar, VIII duque de Frías.

Don Luis, convertido en marqués de Caracena y conde de Pinto después de la muerte de su abuelo y en marqués de Frómista tras el fallecimiento de su padre, acaecido en 1645, había heredado unos estados tremendamente endeudados. Pero la situación de la hacienda de su nieto el II marqués de Caracena iba a cambiar, radicalmente,

En 1634,  un memorial presentado por el II marqués de Caracena recoge que de los mayorazgos de Caracena y Pinto no se podía esperar una renta anual superior a los 12.000 ducados, se encontraban cargados con un total de 45.000 ducados, a lo que se tenían que sumar los 24.000 ducados debidos por don Luis Carrillo a sus acreedores y los casi 5.000 ducados que se adeudaban a su madre Ana María de Acuña por diferentes conceptos. Bien es verdad que en el momento de la muerte del I marqués de Caracena, a él le quedaba pendiente el pago de 14 millones y medio de maravedís de deudas contraídas por particulares, de rentas de encomiendas, de propinas de los Consejos y de la almoneda de sus bienes. Por lo que respecta al estado de Frómista, la renta anual obtenida de los bienes de su mayorazgo no era mucho más de 10.000 ducados.

La ocupación de los más altos puestos en los ejércitos de la Monarquía y la administración plena de la hacienda militar de la que llegó a disfrutar durante los últimos años de su vida, hiceron que los censos cargados sobre los mayorazgos de los estados legados por don Luis en el momento de su muerte ascendiera “sólo” a 16.500 ducados. Recibió un regalo de 12.000 florines del magistrado de Bruselas el 16 de agosto de 1659 con motivo del nacimiento de un hijo varón que muere. Fuera del mayorazgo, y según se desprende de la cuenta y partición de sus bienes, el de Caracena contaba a su muerte con una hacienda líquida de algo más de 100.000 ducados.


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